Psicoterapia Positiva
Cada vez vamos dejando más atrás las asociaciones entre psicología, patología y enfermedad, dando lugar también a la identificación de la ciencia psicológica con la salud y el positivismo.
Es cierto que tradicionalmente la psicología se ha encargado exclusivamente del estudio de los aspectos negativos y patológicos del ser humano (estrés, miedo, ansiedad, depresión, etc.), centrándose en corregir defectos y contribuyendo a adoptar una visión pesimista de nuestra naturaleza; pero a partir de la década de los 90 ha tomado fuerza un enfoque salugénico, la Psicología Positiva.
¿En qué consiste?
La Psicología Positiva no es una rama diferenciada de la psicología, sino un conjunto de conceptos y principios que pueden integrarse en cada una de sus ramas, incluida la clínica.
Se dedica al estudio científico de las variables que llevan al bienestar psicológico y a la felicidad, y tiene como objetivos mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de trastornos mentales y patologías, promoviendo las fortalezas y virtudes humanas mediante la construcción de competencias. De esta manera, características como la alegría, el optimismo, la creatividad, el humor, la ilusión, la sabiduría, la resiliencia y la inteligencia emocional adquieren un papel fundamental en la consecución de una vida saludable.
La psicología positiva se centra en el estudio de esas cualidades y en cómo desarrollarlas para disfrutar de una vida más satisfactoria, defendiendo además que los estados mentales positivos actúan como barreras protectoras de los trastornos psíquicos y tienen un efecto preventivo e incluso rehabilitador.
Descubrimientos interesantes de la Psicología Positiva
Algunos de los hallazgos científicos más importantes de la Psicología Positiva son los siguientes:
Muchas de las cosas que pensamos que incrementan la felicidad (como ir de compras, tener un ascenso, casarse, etc.) sólo la incrementan transitoriamente y por períodos bastante más cortos que lo que imaginamos.- Las emociones positivas fortalecen el sistema inmune; y no sólo protegen contra las enfermedades físicas y mentales, sino que generan un mejor desempeño laboral, académico y social.
- La tendencia a mantener emociones positivas tiene un efecto protector ante el avance de enfermedades.
- Evitar que los niños se enfrenten a eventos adversos para proteger su nivel de felicidad, los hace más vulnerables frente a las fatalidades y a los fracasos. En cambio, enseñarles cómo afrontar los eventos negativos, los inmuniza frente a enfermedades como la depresión.
- Mostrar gratitud (dándonos cuenta y apreciando los aspectos positivos de nuestra vida) mejora el bienestar, la satisfacción personal y la felicidad, aumenta la autoestima, incrementa la conducta ética y ayuda a afrontar el estrés, los traumas y la adversidad.
El psicólogo positivo
En este marco, un psicólogo no es solo aquel que trata trastornos mentales, sino una figura que interviene sobre cualquier aspecto que pueda ser modificado para obtener una mayor calidad de vida y crecimiento personal.
Aun así, la Psicología Positiva no pretende suprimir o reprimir las emociones negativas, ni sentir emociones positivas todo el tiempo. Es más, es sano que experimentemos sentimientos negativos, pues la alegría auténtica no se entiende completamente sin haber experimentado la tristeza.